Zapatas: son cimentaciones que se realizan en zonas aisladas de las estructuras y son las más utilizadas cuando el terreno tiene una superficie de resistencia media o alta respecto a las cargas de la estructura.

Zapatas aisladas: estas están generalmente construidas por dados de hormigón. Son de los tipos de fundaciones más utilizadas en el sector de construcción por su sencillez y economía.

Zapatas atirantadas: son cimientos que trabajan de forma independiente pero se encuentran unidos por una cadena que se apoya en el terreno, la cual está diseñada para evitar el movimiento horizontal entre zapatas aisladas o con el objetivo de unir una zapata aislada a una fundación corrida.

Viga de fundación: funciona como un elemento estructural que transmite las cargas de muro y las transmiten a las zapatas aisladas. Son utilizadas como una manera de ahorrar en comparación con utilizar una zapata corrida.

Zapata corrida: se toma en consideración el uso de una zapata corrida cuando se construye con pilares alineados que se colocan muy próximos a un muro o al momento de equilibrar cargas excéntricas sobre zapatas contiguas.

Losa de fundación: es un tipo de cimentación que se coloca sobre la totalidad de la superficie de la estructura y es empleada en estructuras y terrenos poco homogéneos o poco resistentes.

Son muy bien valoradas porque aumentan la superficie de contacto reduciendo los asentamientos diferenciales.

Losa flotante: si es necesario realizar una construcción con estructuras muy sensibles en terrenos pobres se recurre a las fundaciones de losa flotante.

Cuando se utiliza este tipo de fundación, debe hacerse de dimensiones tales que el peso de la cantidad de tierra que ha sido removida sea muy similar a la carga del peso que posee la estructura en cuestión.